lunes, 1 de febrero de 2010


Ella creyó que su verano sería una porquería. Seria terrible, doloroso y que pasaría metida en un oscuro hoyo del que no podría salir.

Pero no fue así. Al menos no todo el tiempo, porque ella disfruto, se divirtió, hablo bobadas y soñó mucho. Pero no podía dejar de pensar, dolía, y mucho cuando le preguntaban sobre eso, cuando tenía que fingir y volver a mentir sobre aquello. ¿Y saben que es lo peor? Es que le fascinaba, oh dios, claro que si. Le encantaba, amaba la idea de hablar sobre eso como antes cuando él era real para todos y no solo para ella. Aunque sabía que estaba mal disfrutó enormemente con ese placer doloroso que recorría por su cuerpo. Cuando decía "Era deportista, le gustaba la nieve, era muy mateo, era perfecto" Y mientras las mentiras salían como escupos fuera de su boca el corazón se le estrujaba dolorosamente pero ella fue fuerte, y lo obligo a no romperse para continuar hablado, porque todo ese dolor no era nada comparado con ese placer que había olvidado hace ya tanto.

Pero cuando llegaba la noche y no era capaz de verlo, cuando sabía que ya no era capaz de soñar con él todo se nublaba, todo se caía ante ella y los detestaba, los odiaba por hacerla hablar, por preguntar, por hacerla recordar y hacerle mentir.

Una noche en especial lloro, y mucho. Porque soñó, soñó con él. Y él la regañaba como antes, le decía que estaba mal, que él debía irse a ese lugar en Bittersod en el que ella no podía entrar -el único lugar al que no le permitían acceso- que dejara de hablar de él porque él no quería que su nombre saliera nunca mas de sus labios.

Se supone que ella debió haber entendido, haber reaccionado y haberle obedecido como muchas otras ocasiones pero no lo hizo, porque se sintió feliz ¡Había vuelto a soñar con él! ¿Si hablaba mas y mas de él volvería a aparecer a la noche siguiente? Eso creyó y desgraciadamente erro porque el no apareció, ni esa noche ni la siguiente y todo se volvió un caos nuevamente porque ella lo quería, lo quería de vuelta y él se negaba a aparecer. ¿Estaba bien lo que hacia? Ella quería que todo el mundo supiera de él y hablo de él con su prima, le contó mucho y muchas cosas, se sintió inmensamente feliz, pero volvió a tener mucho miedo cuando las cosas negras que antes había logrado enterrar en lo mas profundo de su alma renacían en gloria y majestad bailando junto a ella, en momentos eran sus mejores amigos incluso mas que aquellas a los que amaba. Y después se convertían en esos antiguos enemigos a los que tanto odiaba. ¿Quien los comprendía? Cuando hablaba de él la insitaban a seguir haciéndolo y de noche, cuando la culpa la corroía le decían débil, patética, fracasada. ¡No sabía como complacerlos! Y ella no quería complacerlos pero tampoco deseaba hacerlos enfadar ¿Que hacer? ¿Que se supone debía hacer? Hace un tiempo creyó saberlo pero ya no...

Quizá él aparezca esta noche otra vez como un espíritu de lo que alguna vez fue, quizá renazca aun mas perfecto que antes. Ella no lo sabe, solo sabe dos cosas. Que quiere que él venga a sus sueños otra vez y que no es mas que una cobarde de primera.


1 comentarios :):

Coté dijo...

Yo no creo que fuera verdadera felicidad eso que sentía cuando hablabab de él.

La única manera de no caer en lo mismo es hablar con la verdad. Nadie le va a hacer daño, ni mucho menos juzgarla, y si lo hacen, no la merecian como amiga/conocida/etc.

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