Siempre deteste el ruido. Siempre deteste a mis compañeros. Siempre deteste que mi madre se preocupara por mi. Siempre odie que mi hermano me abrazara. Siempre odie estar con la puerta de mi pieza abierta. Siempre odie muchas cosas.
Y sigo haciéndolo, pero no tanto. No sé realmente a que se debe este repentino cambio pero hoy me sorprendió bastante que cuando todos chillaban no tenía ganas de asesinarlos de forma lenta y dolorosa. También descubrí que me gusto hacer el diario mural o ir a la casa de la Seyna a hacer nada. Sigo siendo callada, introvertida y viviendo en mi propio mundo pero ahora ese mundo esta un poquito mas cerca de ese mundo común que todos debemos compartir por mas desagradable que nos paresca la idea, ya que ¿De que me sirve aislarme de ese mundo en el cual tendré que vivir por el resto de mi existencia? Solo me hago daño a mi misma y quiero dejar de ser boba aunque sea por un tiempo, ser racional por una temporada y luego volver a ser la desquiciada de siempre, quiero probar que se siente vivir en el mundo de todos, quizá me guste su forma de vida, quizá no pero por lo menos no podré reprenderme a mi misma en algunos años por no haberlo intentado...

0 comentarios :):
Publicar un comentario